Cómo prevenir la mastitis
Generalidades
La mastitis es una inflamación de los senos causada a veces por una infección. Es más común durante los primeros 6 meses de lactancia. Pero puede producirse en cualquier momento. Puede seguir amamantando a su bebé. De hecho, la lactancia suele ayudar a eliminar la mastitis, y no perjudicará a su bebé.
Si tiene mastitis, lo primero que puede notar es dolor, hinchazón o calor en una zona del seno. Y la piel puede estar rojiza, violácea o amarronada, dependiendo del color habitual de su piel. También puede tener fiebre y presentar escalofríos, dolores y síntomas parecidos a los de la gripe.
Tomar estas medidas puede ayudar a prevenir la mastitis.
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Amamante con regularidad. Esto ayuda a mantener la leche en movimiento. Si sabe que va a pasar más de 4 horas sin alimentar a su bebé, organícese para extraerse leche. Intente extraerse leche solo cuando lo necesite y evite extraer leche adicional. Extraerse más leche de la que su bebé necesita puede provocar más inflamación.
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Colóquese bien. Cuando usted y su bebé están alineados, el bebé puede agarrarse a la areola, no solo al pezón.
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Utilice diferentes posiciones. Esto puede ayudar a drenar todas las zonas del seno (mama). Pruebe posiciones de amamantamiento como el agarre australiano, en cuna, en cuna cruzada, de fútbol americano y la posición tumbada de lado.
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Alterne qué seno ofrece primero.
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Utilice un sostén de apoyo que le quede bien.
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Cuídese los pezones.
- Séquese los pezones al aire después de dar el pecho. Esto puede evitar irritaciones y grietas.
- Pruebe a dejar que se seque un poco de leche materna en los pezones si le duelen.
- Pida ayuda al médico, a la matrona o a una asesora de lactancia en caso de pezones doloridos o agrietados.
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Evite masajearse los senos. Esto puede causar lesiones en los tejidos y aumentar la inflamación.
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Cuando esté preparada para
destetar
a su bebé, hágalo gradualmente. El destete gradual ayuda a evitar que sus senos se llenen demasiado.