Resistencia a la insulina
Generalidades
La resistencia a la insulina se refiere a la incapacidad de los tejidos del cuerpo para responder de forma adecuada a la insulina. La insulina permite que el azúcar (glucosa) entre en las células del cuerpo, donde se utiliza como energía. La insulina también ayuda a los músculos, la grasa y las células del hígado a almacenar azúcar para liberarla cuando se necesite. Si el azúcar (glucosa) no puede entrar en las células del cuerpo, el nivel de azúcar en la sangre aumenta.
La resistencia a la insulina hace que el páncreas libere demasiada insulina (hiperinsulinemia). También puede hacer que el hígado libere demasiado azúcar en la sangre.
Varias cosas pueden aumentar la resistencia a la insulina, entre ellas:
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Antecedentes familiares
. La resistencia a la insulina puede ser hereditaria.
- Tener un peso más elevado. Cuanto más pesa una persona, más insulina produce su páncreas y menos responden las células del cuerpo a la insulina. Las personas que cargan más peso en la parte superior del cuerpo presentan una mayor resistencia a la insulina y tienen el mayor riesgo de padecer diabetes de tipo 2.
- Inactividad física. Las personas que realizan poca o ninguna actividad física suelen tener una resistencia a la insulina mucho mayor que las personas que hacen ejercicio de forma regular.
- Aumento del estrés. El estrés desencadena la liberación de ciertas hormonas que dificultan el correcto funcionamiento de la insulina. Algunos ejemplos son el cortisol y la adrenalina.
- Embarazo. En los últimos 3 o 4 meses del embarazo (tercer trimestre), aumenta la resistencia a la insulina. Una persona que no tenía diabetes antes del embarazo puede desarrollar un tipo llamado diabetes gestacional.
- Algunos medicamentos como los glucocorticoides (por ejemplo, la prednisona) pueden reducir la respuesta del cuerpo a la insulina.