Generalidades

Todo el mundo ha tenido un problema menor con un dedo del pie, pie o tobillo. La mayoría de las veces nuestros movimientos corporales no causan problemas. Pero, a veces, los síntomas pueden desarrollarse por el desgaste diario, el uso excesivo o una lesión. Los problemas en los dedos de los pies, los pies o los tobillos también pueden ocurrir por lesiones o el proceso natural del envejecimiento.

Los dedos de los pies, los pies o los tobillos pueden arder, picar o doler. Pueden sentirse cansados, doloridos, rígidos, entumecidos, con hormigueos, calientes o fríos. Es posible que haya tenido un calambre en el pie mientras estaba acostado en la cama por la noche. Sus pies o tobillos pueden cambiar de color o hincharse. Es posible que haya notado un olor embarazoso en sus pies. Algunos cambios en los pies y en los tobillos son normales a medida que envejece. Los cambios relacionados con la edad incluyen la extensión del pie y las uñas gruesas y quebradizas. Algunos cambios son comunes durante el embarazo. Por ejemplo, sus tobillos y pies pueden hincharse. El tratamiento en el hogar suele ser lo único que se necesita para aliviar los síntomas.

Los problemas en los dedos de los pies, los pies o los tobillos pueden ser causados por una lesión. Pero hay muchas causas no relacionadas con lesiones de problemas en los dedos de los pies, los pies o los tobillos.

Problemas en la piel

La mayoría de los problemas de la piel que afectan sus pies son más molestos que graves. Si usted tiene:

• La sensación de caminar sobre guijarros: puede tener verrugas plantares en la planta de los pies.
• Zonas de piel gruesa y dura en el talón o la región metatarsiana: puede tener un callo, heloma, ampolla o crecimiento de la piel.
• Piel roja, descamada, agrietada, ardiente y con picazón entre los dedos de los pies o en la planta de los pies: puede tener pie de atleta. O tal vez sus pies están reaccionando a los zapatos que usa (dermatitis de contacto por el calzado).
• Piel roja, hinchada y dolorosa alrededor de una uña del pie: puede tener una uña encarnada o una infección alrededor de la uña (paroniquia).
• Plantas de los pies rojas e hinchadas que duelen al tacto o cuando camina: puede tener una infección bacteriana. Las duchas públicas, las bañeras de hidromasaje o las piscinas son áreas comunes donde las infecciones bacterianas, el pie de atleta y las verrugas se pueden propagar a los pies.

Problemas en las articulaciones

Las articulaciones de los dedos de los pies son más propensas a tener problemas que otras articulaciones de los pies.

Dolor

Usted puede tener dolor en la parte delantera del pie (metatarsalgia) o en el talón. Los problemas en el talón a menudo ocurren cuando abusa de los músculos de la pantorrilla, usa zapatos con tacones altos o realiza actividades, como correr, que causan golpes repetidos en los talones.

• El dolor agudo en la parte inferior del talón puede ser causado por fascitis plantar.
• Dolor en la parte posterior del talón y el tobillo puede ser causado por tendinitis o tendinosis (tendinopatía) de Aquiles o bursitis retrocalcánea.
• El dolor que empeora antes o después del ejercicio, pero que mejora durante el ejercicio, puede ser causado por una fractura por sobrecarga de un hueso en el pie (generalmente un hueso metatarsiano).
• Los pequeños crecimientos óseos debajo del hueso del talón pueden ser un espolón óseo.
• El dolor en el medio de su pie puede ser causado por "arcos caídos" o por tener los pies planos.
• El dolor o una protuberancia en la parte posterior del talón es un tipo de bursitis llamada deformidad de Haglund.

Entumecimiento u hormigueo

Muchas afecciones pueden afectar los nervios del pie y causar entumecimiento, hormigueo y ardor.

Cuidado personal

Pruebe los siguientes consejos para ayudar a aliviar el dolor, la hinchazón y la rigidez en el pie, los dedos del pie o el tobillo.

• Limpie una herida superficial tan pronto como pueda.

  Esto ayudará a prevenir infecciones, formación de tejido cicatricial y "tatuajes" en la piel debido a la suciedad que queda en la herida.

• Examínese los pies todos los días.

  Mírese los pies para ver si tiene zonas enrojecidas o ampollas.

• Quítese todas las joyas.

  Quítese los anillos, las tobilleras y cualquier otra joya que tenga alrededor de la pierna, el tobillo o el dedo del pie. Será difícil quitarse las joyas después de que comience la hinchazón.

• Descanse.

  Es importante descansar y proteger la zona afectada.

• Use hielo.

  Aplíquese hielo o una compresa fría en la zona afectada por entre 10 y 20 minutos cada vez. Trate de hacerlo cada 1 o 2 horas durante los siguientes 3 días (cuando esté despierto).

• Envuelva la zona afectada.

  La compresión, o envolver la zona con una venda elástica (como una venda Ace), ayudará a reducir la hinchazón. No ajuste el vendaje demasiado, ya que eso puede provocar más hinchazón debajo de la zona afectada. Afloje el vendaje si le aprieta demasiado. Las señales de que el vendaje está demasiado apretado incluyen entumecimiento, hormigueo, aumento del dolor, frialdad e hinchazón en la zona debajo del vendaje.

• Eleve la zona afectada.

  Trate de mantener la zona al nivel del corazón o por encima de este para ayudar a reducir la hinchazón. Eleve la zona sobre almohadas mientras se aplica hielo y siempre que esté sentado o acostado.

• Suspenda, cambie o tómese un descanso de cualquier actividad que le cause síntomas.
  • Evite aguantarse el dolor. Puede aumentar el daño al pie.
  • Intente cambiar su rutina de ejercicios si cree que correr u otro deporte de alto impacto le está causando dolor en el pie. Cambie a una actividad de ejercicio de bajo impacto por un tiempo. Pruebe cosas como el esquí de fondo, las máquinas para subir escaleras, andar en bicicleta (regular o estática), remar y nadar.
  • Utilice técnicas sensatas de entrenamiento deportivo. Por ejemplo, use los zapatos adecuados y haga estiramientos antes de las actividades.
• Evite más hinchazón.

  Durante 48 horas, evite las cosas que puedan aumentar la hinchazón. Estas cosas incluyen duchas calientes, bañeras de hidromasajes, compresas calientes y bebidas que contengan alcohol.

• Aplíquese calor.
  • Después de 2 o 3 días, puede intentar aplicar calor en la zona que le duele. Los tipos de terapia de calor incluyen paquetes para microondas y parches térmicos desechables.
  • Aplíquese calor durante 10 a 20 minutos por vez.
  • También podría probar a alternar entre frío y calor.
• Trate las ampollas.

  Trate de usar un parche para durezas circular. Deje la zona sobre la ampolla al descubierto. El tratamiento en el hogar para las ampollas depende de si la ampolla es pequeña o grande y si se ha reventado.

• Pruebe masajes.

  Masajee suavemente sus pies para reducir la incomodidad, relajar los pies y promover la circulación.

• Elija su calzado con cuidado.
  • Use calzado y calcetines cómodos y que brinden apoyo. Busque calzado ancho y evite los tacones altos.
  • Trate de usar un dispositivo de calzado ortopédico, como un soporte para el arco. Puede ayudarle a aliviar el dolor de pie.
• Haga ejercicios para los pies.

  Pruebe los ejercicios del tendón del talón para aumentar su fuerza y flexibilidad, si el talón o el tendón del talón (tendón de Aquiles) está contraído y le duele. Pruebe un estiramiento de la pantorrilla en posición de pie, un ejercicio de rollo de toalla o un estiramiento de la pantorrilla en posición sentada usando una toalla. Estos pueden ayudarle a aliviar el dolor en el talón.

Si necesita usar una venda durante más de 48 horas, es posible que tenga una lesión más grave que deba ser revisada por un médico.

Cómo tratar los tobillos y pies hinchados

Pruebe los siguientes consejos para ayudar a reducir la hinchazón en los tobillos y los pies.

• Eleve los pies y tobillos hinchados.

  Colóquelos en un taburete o almohada (por encima del nivel de su corazón) cuando se siente por un período de tiempo prolongado.

• Muévase.

  Levántese y camine durante unos minutos cada hora si permanece sentado durante un período de tiempo prolongado.

Cuándo pedir ayuda durante el cuidado personal

Llame a un médico si cualquiera de lo siguiente ocurre mientras se cuida en el hogar:

• Hinchazón o dolor nuevos o peores.
• Nuevas señales de infección, como enrojecimiento, calor, pus o fiebre.
• Entumecimiento, hormigueo o piel fría y pálida nuevos o peores.
• Disminución del movimiento o la fuerza.
• Los síntomas ocurren con mayor frecuencia o son más graves.

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